Queridas Hermanas,
El próximo año nuestra querida Congregación celebrará sus 175 aniversario de vida. Un hito importante alcanzado y una nueva plataforma de lanzamiento para los próximos años. El texto anterior firmado por el Padre Ezio Riccardi, Capellán de la Casa Madre de 1935 a 1946, cierra el expediente titulado “ORA ET LABORA… un camino de 100 años… 1849 – 1949”, preparado en ocasión del primer centenario de la Congregación.
Hoy, después de otros 75 años de camino, también nosotras somos llamadas a releer nuestra vida como Congregación, con una mirada llena de gratitud por el pasado y de esperanza por el futuro. La Divina Providencia, que nunca nos abandona y siempre nos acompaña, espera hoy nuestra preciosa contribución para trabajar en la viña del Señor, continuando y reactualizando siempre el carisma del abandono confiado en la sencillez y humildad de vida, asistiendo, acogiendo, educando. Un carisma no muere si hay quien lo sigue alimentando con nuevas energías, oración, fidelidad a Cristo, a la Iglesia y a la humanidad.
Monseñor Riccardi en su escrito puso el acento en el PRESENTE y el FUTURO, encomendándolo a las hermanas que celebraban aquel importante aniversario. Sí, no hay duda, «prepararon tan buen material, con energía y tenacidad». Es gracias a su fidelidad, su compromiso, oración y trabajo dedicado que hoy podemos continuar nuestra misión en 15 países alrededor del mundo.
¡Coraje, entonces! Que mañana se pueda decir también de nosotras que como “buenas y fieles siervas” no hemos dejado morir el carisma de María y de Giustina Schiapparoli, que nuestras hermanas nos han transmitido y entregado para que hiciéramos fructificar.
Madre Lina María Girotto
Superiora General