“Regresar a su ciudad natal, donde habían pasado su infancia y juventud, debe haber sido un proyecto cultivado durante mucho tiempo en el corazón de las siervas de Dios”.[1]
A casi 110 años después de la salida de nuestro Instituto de las Hermanas Benedictinas de la Divina Providencia de Castel San Giovanni, con el mismo deseo de nuestras Fundadoras, el Gobierno General, en la persona de la Superiora General pro-tempore, Madre Clara Venturini, el 12 Octubre de 1998, regresa a esta tierra tan significativa para nuestra historia, con la apertura de una Comunidad Religiosa, integrada por las Hermanas: Stefania Ricaboni, Mihaela Butnaru y Tereza Medves. La Comunidad de Castel San Giovanni siempre estuvo bajo la jurisdicción del Gobierno General; con el apoyo concreto de las Provincias que envían a las Hermanas y junto con la Parroquia de San Giovanni Battista, prestan un precioso servicio a la Iglesia local.
Desde 1998 hasta la fecha, muchas Hermanas Benedictinas han donado y donan su vida con incansable disponibilidad y apertura a las necesidades de la parroquia y del pueblo de Castello. Muchos de ellos guardan en su memoria y en el corazón hermosos recuerdos y testimonios significativos de nuestras Hermanas y nosotros, como gobierno general de la Congregación, alabamos y agradecemos a Dios por la presencia silenciosa y preciosa de estas hermanas nuestras que, en nombre de la Instituto, han colaborado y colaboran en la realización del Reino de Dios en esta tierra. ¡A cada una de ellas nuestro eterno agradecimiento! Se tratan de: Stefania Ricaboni, Mihaela Butnaru, Tereza Medves, Barnabe Tomé, Liliana Lanza, Maria Boglis, Zaira Luiza Campos, Petronela Farcas, Everlyne M. Wanyama, Mildred L. Mushira, Lucia Gava, Andreina Squenna, Zita de Lorenzi Cancelier, Maria Gilceia da Silva, Beatrice M. Ndulia y Micaela Bertola. Hermanas de todos los continentes, de todas las razas y edades, que hablan diferentes idiomas, pero con el mismo amor, este amor que siempre ha alimentado a la Comunidad Religiosa y a la misión que se realiza en esta ciudad.
Hoy Castel San Giovanni está viviendo un momento de despedidas… Nuestra Hermana Lucia Gava, que permaneció en la comunidad durante nueve años, está regresando al Brasil, a su patria. Son muchas las manifestaciones de cariño y agradecimiento por todo el bien que ha sembrado y plantado en esta tierra y en el corazón de tanta gente. Presentamos algunos de ellos aquí, incluyendo su propio testimonio sobre su experiencia con la gente de Castel San Giovanni:
“
Los años transcurridos en Castelsangiovanni fueron de verdad bellos, pero ahora es el momento de volver a casa”. La Hna. Lucia Gava deja la parroquia de Castelsangiovanni después de nueve años. Regresa a su país, Brasil, para escribir a los 74 años el nuevo capítulo de una vida enteramente dedicada a los demás. “No soy una persona de grandes talentos, pero en Castello me sentí acogida en mi sencillez”, dice. En realidad, la hermana Lucia tiene muchos talentos. Se la puede considerar la “madrina” de 300 pequeños castellanos. De hecho, la Hna. Lucía se encargó, entre otras cosas, de preparar a las familias para bautizar a sus hijos. “Esta fue una tarea que más me conmovió”, comenta la hermana que pertenece a la orden de las Benedictinas de la Divina Providencia. “Cada familia deja una huella profunda – añade hermana Lucia –. Algunos tienen historias particulares. Recuerdo a una pareja que se presentó después de tener un hijo discapacitado. Lo supieron solamente en el momento del nacimiento. Recuerdo la tristeza impresa en los rostros de los padres. Entonces el padre me dijo que de todos modos, aunque si lo supieran antes, nada habría cambiado para ellos. A partir de aquel momento se abrieron y aparecieron en sus rostros la sonrisa”. “En unos pocos meses – agrega la hermana Lucía – bautizarán a su segundo hijo. Lamentablemente no estaré allí”. De hecho, el viaje al Brasil está previsto para el 11 de julio.
Luego de un viaje de 30 horas, la Hna. Lucia aterrizará en el Estado de Paraná. Estará destinada a la periferia de la capital, Curitiba. Seguirá un proyecto social para niñas y niños. En el pasado ya se había ocupado de niñas de la calle, también en Brasil, algunas de ellas con problemas de drogas. “Fue una experiencia muy fuerte”, comenta la hermana Lucía. Durante aquellos años también corrió el riesgo de que la mataran.
“Llegué a conocer algunas verdades incómodas. Me enteré de que una pandilla planeaba matarme mientras estaba de compras. Afortunadamente, mucha gente me ayudó. Desafortunadamente en esos lugares es así. Te eliminan”. En Brasil, la Hna. Lucia encontrará a su familia, ocho hermanos. La novena, una hermana que también es religiosa, permanecerá en Italia. “Somos una familia muy unida – dice – no los veo desde hace tres años”.
En Castello en cambio, dejará a su segunda familia. Aquí me sentí acogida. “Siempre he tratado de estar disponible y he encontrado disponibilidad y afecto de los sacerdotes y de las personas. Algunos en estos días, cuando se enteraron de que me iba, empezaron a llorar. Pero no soy yo la que fui buena, son ellos los que son bella gente y por ello ven algo bueno en mí”. La Hna. Lucía se ocupaba de la catequesis, acompañaba a las parejas jóvenes, a los ancianos de la Albaneses (Residencia de Asistencia Social), a los ancianos que vivían solos. “Con los ancianos fue más difícil – dice ella – al principio estaba como estancada. Después, cuando el Papa dijo que esa era la carne de Cristo entonces entendí y poco a poco fue más sencillo”. Mañana a las 18h en la Colegiata se hará una despedida a la Hna. Lucia.
Querida hermana Lucia,
supe con tristeza la noticia de su partida. Lamento perder a una persona tan importante para nuestra comunidad pero estoy segura que con sus oraciones nos apoyará y siempre estará cerca de nosotros.
Personalmente, tengo un recuerdo precioso de su amable presencia y siempre al servicio de nuestra comunidad.
Un cálido abrazo y hasta pronto.
Abogada Lucia Fontana
Intendente de Castel San Giovanni
“Te agradezco todo lo que has hecho por mí, por nosotros. Nos volveremos a encontrar pronto, incluso en nuestros recuerdos.
Siempre te recordaremos,
Sara”
“La comunidad parroquial de Castel San Giovanni saluda y agradece a la Hna. Lucia Gava por el servicio pastoral realizado y por el hermoso testimonio recibido en 9 años de permanencia. ¡Demos gracias a Dios! “¡Buen regreso al Brasil, Hna. Lucia, recordémonos siempre en el Señor!”
Hna. Giovanna Morelli
Un corazón generoso…
Hay personas que marcan nuestras vidas, no por los largos discursos que pronuncian ni por las ideologías que defienden. Marcan nuestras vidas por las decisiones que pueden tomar, por su capacidad de flexibilidad y creatividad para reinventarse.
Solo Dios sabe a qué puerta llamar para hacer realidad sus planes. Hace unos 15 años, el Señor había invitado a la Hna. Lucia Gava, con las mismas palabras que le había dirigido a Abraham: “Entonces el Señor vino a Abraham y le ordenó: ‘Sal de tu tierra, de tu parentesco y de la casa de tu padre, y ve a ¡la tierra que te mostraré! (…) ¡serás una bendición!’ Obedeciendo a este llamado, la Hna. Lucia fue a servir a la Congregación en tierras lejanas desde el 2006 hasta el 2021, convirtiéndose en una bendición para quienes convivían con ella.
Los dos mandatos al servicio del Gobierno General ciertamente han ayudado a la Hna. Lucia a amar aún más a nuestra familia religiosa. Fue un tiempo de alegría, sufrimiento e intercesión por nuestras Hermanas y Comunidades en las más diversas realidades que componen nuestra Congregación.
Destacamos, de manera especial, el tiempo de misión vivido con la gente de Castel San Giovanni, ciudad natal de nuestras Fundadoras. Con sencillez, discreción y gran afecto, la Hna. Lucia caminó con los feligreses, como signo de la Divina Providencia para quienes más lo necesitaban. Todo ello llevando a Jesús Eucarístico a las casas de los enfermos, con el rezo del Rosario en las familias, con la preparación a los Sacramentos, la catequesis, las conversaciones después de la Misa… con una presencia solidaria. Sabemos que dar las cosas a quien las necesita siempre es posible, pero donar, durante muchos años seguidos, la escucha, el consejo, la atención, el afecto y el amor… es de quien sabe ver en el otro la imagen de Dios.
Hermana Lucia, la Provincia Madre de la Divina Providencia te recibe con gran afecto. ¡Qué seas bienvenida! Damos gracias a Dios por todos estos años de experiencia misionera en Europa, tanto al servicio del Gobierno General como al servicio de la Comunidad de Castel San Giovanni. Bienvenida a tu patria, entre tu gente y que continúes sirviendo al pueblo de Dios con entusiasmo y dedicación. También agradezco a la Provincia Giustina y María Schiapparoli y al Gobierno General por el cuidado, la fraternidad y las oportunidades que la Hna. Lucia ha recibido en todos estos años.
¡¡¡Por todo, damos gracias a Dios!!!
Hna. María José Barbosa dos Santos
Hermana Lucia, tu vida y tu testimonio sigan guiando muchos corazones hacia el corazón amoroso y misericordioso de Dios. Gracias por todos estos años de dedicación, empeño y fidelidad a la Consagración Religiosa y a nuestra Congregación. Gracias por tu incansable y comprometida donación durante todo el tiempo que permaneciste en Italia. Acompañamos tu regreso con nuestras oraciones y con un corazón festivo, porque estamos felices de haber vivido y compartido un poco de tu vida y tu misión.
Y, con las mismas palabras de nuestra querida Madre Elena Arbasino, de venerable memoria, pronunciadas hace 85 años, queremos acompañarte al Brasil, a tu Patria, a tu pueblo, a tu nueva misión…
“¡Vayan en el nombre del Señor!
[…]
Es Jesús quien les llama allí, para que lo hagan conocer y amar mejor, y ustedes, disponible a la voz del Amado, no duden en afrontar los peligros de los viajes, las dificultades, los sacrificios y… partan.
¡Vayan, pues, almas generosas! ¡Jesús está con ustedes! ¡No tengan miedo!
[…]
Vayan y entréguense a los enfermos, a los jóvenes, a los pobres, a los huérfanos. ¡San todo para todos, manteniendo la mirada fija en el divino modelo ‘Jesús Crucificado’! En cualquier necesidad, acudan a Jesús Eucarístico y de él obtendrán ayuda, consejo, consuelo, coraje. Que sus ejemplos de virtud y sus sacrificios sean semillas fecundas de numerosas conversiones, de electas vocaciones.
[…]
El buen Dios les bendiga y les guíe; María Santísima y los Santos protectores les asistan; el Ángel de la Guarda les acompañe; que la Divina Providencia les proteja siempre y les ayude a alcanzar la meta, a cosechar abundantes frutos en el santo apostolado. ¡DEO GRATIAS! “
¡El Señor te bendiga y te acompañe!
Con gratitud,
EL GOBIERNO GENERAL
[1] CONSOLINI, Dott.ssa Francesca. Positio Super Vita, Virtutibus et Fama Sanctitatis. Iustinae Schiapparoli. 2000. pag. 185.
[2] Mariangela Milani del Giornale Libertà / CASTELSANGIOVANNI, publicado el 03 de julio de 2021.
[3] Carta de la Intendenta de Castel San Giovanni, del 07 de julio de 2021.
[4] Para mantener la privacidad, hemos trascripto solo una parte de la carta.
[5] Mensaje publicado en el grupo Whatsapp de la Provincia GMS el 05 de julio 2021.