PAX!
Renovando nuestra fe en Cristo Resucitado, en quien depositamos nuestra certeza y esperanza, anunciamos conmovidas y con gratitud, que el 22 de marzo de 2024, a las 11:40 (horario local), en la Santa Casa de Vinhedo (San Pablo) BRASIL, el Esposo celeste la recibió en sus brazos, a la
HNA. GERTRUDES ALANO
Provincia de la Divina Providencia
con 94 años de edad y 70 de Profesión Religiosa
Hna. Gertrudes (Francisca Dalila) nació en Treze de Maio (Santa Catarina) Brasil, el 07 de noviembre de 1929. Francisca vivía en Jaguaruna (Santa Catarina), cuando conoció a la Hna. Justina Rocha, Benedictina de la Divina Providencia. A partir de este contacto con la Hna. Justina, decidió también consagrarse al Señor (la Hna. Justina murió joven, poco tiempo después).
Ingresó a la Congregación el 9 de febrero de 1952 en Nova Veneza (Santa Catarina), siendo recibida por la Superiora local la Hna. Beniamina Carbone.
Al año siguiente, 1953, en una ceremonia solemne, presidida por el Párroco de Nova Veneza, Padre Amílcar Gabriel, ingresó al Noviciado, donde recibió el nombre de Gertrudes. Su Maestra fue la Hna. Beniamina Carbone. El 5 de enero de 1954 hizo su Profesión Religiosa en la Parroquia de San Marcos en Nova Veneza (Santa Catarina).
La Hna. Gertrudes al inicio de su Vida Religiosa desarrolló su misión en Criciúma, en la antigua Casa da Criança, hoy Colegio San Benito. En esa época, también colaboró con la Hna. Bernadete Zanellato en el coro de niños de la Parroquia São José (hoy Catedral). Yo, María das Dores, en mi adolescencia, participé en este grupo y admiraba mucho a las Hermanas que cantaban con las niñas (la Hna. Lydia y la Hna. Gertrudes). Fue hermoso ver que ayudaban alegres a la Hna. Bernadete. La Hna. Gertrudes también se ocupó del altar de la Parroquia y lo hacía con gran compromiso. Siempre había una chica cerca para ayudarla. Alabado sea Dios por todo el bien hecho con gratitud.
Persona decidida y a la vez exigente. Le gustaba el silencio y la soledad. Mujer de fe y confianza en la Providencia. Acogedora y cautivadora. Sabía hacer muchos amigos y tenía una sonrisa en el rostro. Ella fue muy generosa.
La Hna. Gertrudes fue una persona que se dedicó al área de la salud y la asistencia. Muy trabajadora y dedicada. No escatimó esfuerzos para hacer lo mejor que pudo.
Desarrolló su misión en diversas Comunidades de la Congregación, especialmente en los colegios, residencias de ancianos y hospitales en la asistencia a los ancianos y enfermos. Pasó por Laguna e Nova Veneza (Santa Catarina), Três Pontas y Campos Gerais (Minas Gerais), Osasco (São Paulo). También se desempeñó en el cargo de Superiora local.
Últimamente su salud ha empeorado. La Hna. Bárbara lo comunicó de esta manera:
Queridas Hermanas, informamos a todas que el estado clínico de nuestra Hna. Gertrudes ha empeorado y se encuentra en muy mal estado. Está internada en Santa Casa de Vinhedo (San Pablo) desde el domingo (03/10/2024) y está muy débil, sin poder siquiera ser intubada. El médico le llamó a la Hna. Joceli para informarle que nuestra Hermana podía morir en cualquier momento. Está en una habitación de hospital, con oxígeno, una sonda de alimentación y una sonda vesical. Su tratamiento es sólo paliativo. No hay nada más que hacer porque ya no responde. Está acompañada y atendida de la mejor manera posible. Recemos por nuestra Hna. Gertrudes, en este momento tan delicado, y que Dios, en su infinita misericordia, haga por ella lo que quiera. (Hna. Bárbara Cristina Ferreira Britto, Superiora provincial)
La Hna. Gertrudes, con sus 94 años de edad, llena de vida y ganas de vivir, sufrió las consecuencias de un derrame cerebral, iniciando así un doloroso calvario hasta hoy, 22 de marzo, cuando en pleno día, la luz eterna brilló sobre nuestra Hna. Gertrudes y la llevó para siempre con Jesús.
Demos la palabra a quienes la conocieron y la siguieron más de cerca en los últimos tiempos:
Querida Hna. Gertrudes, fuiste una persona especial y sui generis. Divertida y seria, divertida y enojada, acogedora y a menudo indiferente… sobre todo, la Señora siempre fue quien realmente fue. Que Dios la acoja en su Reino, en sus brazos amorosos y misericordiosos. Que la Señora se deje amar infinitamente por el AMOR. ¡Descanse en paz! Siéntate en paz. Siéntate amada y perdonada, acogida y consolada, en el Corazón de Jesús, a quien buscaste servir a lo largo de tus 70 años de Vida Religiosa Consagrada. Concédele, Señor, el descanso eterno y que la luz perpetua la ilumine. Descanse en paz. ¡Amén! (Hna. Bárbara Cristina Ferreira Britto, Superiora provincial)
La vida es un misterio y al mismo tiempo el amor de Dios en nosotros que se revela en nuestra vida diaria. Querida Hna. Gertrudes, después de haber pasado por su calvario con tanto sufrimiento, ella también pasó la Pascua y está con Aquel a quien amó en vida. Yo personalmente te tenía un gran cariño. Las pocas veces que te visité recuerdo cuando hablábamos y reíamos juntas. ¡Nuestras oraciones! ¡Descanse en PAZ! (Hna. Mirian Celeste Jerônimo)
Adiós, hermana Gertrudes… Dios tiene sus caminos y son muy diferentes a los nuestros. A la Hna. Gertrudes le gustaba decir que dejó este mundo rápidamente y sin ‘dar problemas’ a los demás… a pesar de estos momentos de impaciencia, vivió su prueba según los planes de Dios. Voló al Cielo y esperamos que con la misma determinación que tenía en sus palabras, pida a Dios por nosotros… Querida Hna. Gertrudes: voy a sentir falta y extrañaré tus llamadas telefónicas… Mis oraciones… ¡Vive feliz con Jesús! La misericordia de Dios te abrace con Ternura. (Hna. Ana María Gomes da Costa)
Queridas Hermanas, nos unimos en oración a toda la Congregación que llora la partida de la Hna. Gertrudes. Ésta también combatió el buen combate y luchó hasta el final. Ahora, en Dios vive la Vida Nueva con Cristo Resucitado. (Hna. Narcisa María Pasetto)
Que interceda por nosotras junto al grupo de nuestras queridas Hermanas del Cielo.
Los funerales serán celebrados, el día 23 de marzo, a las 09hs, en la Capilla del Residencial Divina Providencia en Vinhedo.
En comunión de oraciones, unidas a todas las Hermanas de la Provincia de la Divina Providencia, a los Oblatos, familiares y amigos, entreguemos esta Hermana nuestra, en los brazos de Jesús.
“Tú eres mi esperanza, Señor Dios, mi seguridad desde mi juventud. Me apoyo en Ti desde mi nacimiento.”
(del recuerdo de los 50 años de su Profesión Religiosa)
¡REPOSE EN LA PAZ DEL SEÑOR!
Hna. María das Dores Paz – Secretaria general